Así como lo leemos, hoy podemos decir que existe una prótesis con la capacidad de que la persona que la utiliza pueda sentir lo que está tocando. Dennis Sorensen pasará a la historia por ser la primera persona con una mano amputada que ha podido volver a tener sentido del tacto.
La prótesis funciona con un cable conectado a los nervios de su brazo, que le ha devuelto la información sensorial en tiempo real. Sorensen ha podido reconocer objetos intuitivamente e identificar lo que estaba tocando mientras tenía los ojos vendados.
Los creadores de tremendo descubrimiento son un equipo de investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Laussana-EPFL, en Suiza y del Centro de Microrrobótica-SSSA, en Italia. Ellos han desarrollado un sistema de retroalimentación sensorial que permite conectar la mano biónica al sistema nervioso del brazo
El estudio, llamado Lifehand 2, demuestra que las manos protésicas equipadas con sensores artificiales podrían transformarse en prótesis más útiles y más reales al tener capacidad sensorial. Los resultados también sugieren que, utilizando este revolucionario sistema de retroalimentación sensorial, podrían generarse prótesis de mano capaces de experimentar otras sensaciones, como la textura o temperatura.
Según uno de los investigadores es la primera vez que se ha logrado restaurar la retroalimentación sensorial, en tiempo real, en una neuroprótesis utilizada por una persona amputada El principal obstáculo para lograr esto es el hecho de la pérdida de sensibilidad en las terminaciones nerviosas del brazo ya que en muchos casos estas no han sido utilizadas en un largo periodo de tiempo.