​El mundo está cursando una era tecnológica sin precedentes. Al año se generan miles de inventos que producen beneficios para el confort y existencia del ser humano.

El 2014 ha sido considerado como el año del wearable. Desde la masificación de este producto, cerca del 2011, se han instalado diversos start-up que monitorean las señales de actividad. La expansión del mercado y el interés del usuario por mejorar su salud han generado un incremento significante, por lo que grandes compañías han puesto el ojo en esta tecnología.
Nike, con su fuelband y ahora Samsung, con su anuncio de Simband, la tecnología que medirá la salud del usuario, nos indica que los wearable lejos de ser una moda tienen un alto potencial para crecer.


¿Qué es wearable?


Es un dispositivo tecnológico que se coloca en una parte específica del cuerpo para rastrear o monitorear actividades físicas con la finalidad de brindar datos cuantificados para el entendimiento y mejora de la calidad de vida.
Si bien este concepto es muy sólido y a simple vista puede ser un invento formidable, su éxito depende mucho del usuario, pues los datos se plasman pero la persona necesita tener la determinación necesaria para poner en práctica los consejos o alertas que se visualizan en los wearable’s.


Beneficios para el usuario


Los datos brindados por dichos dispositivos son considerados como el ‘big data personal’ donde uno debe limpiar y saber leer la información que nos proporciona. Dicho esto, la tendencia de recopilar, documentar los procesos y estudiarlos forman parte de comunidades denomidadas “Quantified self group”. Estas buscan interactuar entre sus usuarios para canalizar errores, oportunidades y mejoras sobre los datos diarios.
Los datos que brindan los wearable’s varían desde los pasos dados, calorías consumidas, temperatura de la piel y ritmo cardíaco. Cruzar esta información proporciona la facilidad de distinguir que aspecto de la rutina diaria se debe mejorar, qué alimento es necesario dejar de consumir para llegar al peso ideal, qué actividades se debe hacer para bajar el nivel de estrés y detectar problemas cardíacos.
El interés por los datos se une con las técnicas de gamification que proporciona un interés superior por realizar actividades físicas y recibir insignias o premios.


Oportunidades de negocio


Al tener en cuenta los intereses del usuario se ponen las bases para crear más oportunidades de negocio. La tecnología afecta a todas las áreas y aspectos del ser humano y el marketing no está exhorto de sentir el impacto de las nuevas tecnologías. Es necesario adaptar los servicios o productos para estar alineado con el auge de la tecnología. Por ello, al tener la oportunidad de los wearable, muchas industrias deben aprovecharla.

Deportiva

La industria más razonable a explotar esta tecnología es la deportiva. Muchas empresas están enfocando sus negocios a crear wearable’s capaces de brindar datos para formar un paquete entero de la actitud deportiva. Zapatillas deportivas, ropa deportiva y un reloj inteligente capaz de dar ánimos y celebrar tus metas diarias por cada actividad física que se realice es una estrategia que se desarrolla en la actualidad.
Un paso muy tímido lo están dando los gimnasios. De manera paulatina se está brindando acceso a estos dispositivos para que los clientes sean capaces de evaluar su actividad y los entrenadores puedan monitorear el trabajo de cada usuario.

Salud
Tener un wearable es un puente importante para coordinar y monitorear actividades realizadas por el paciente de un hospital. Las empresas de salud, en un futuro, podrán recetar e incluir en la mejoría de las personas poseer un wearable para conocer el ritmo cardiaco, la manera cómo respira, el peso y la temperatura corporal.
En la actualidad son pocos wearable que se enfocan exclusivamente a este sector. Uno de los más destacado es ​Empatica, que hoy se encuentra en fase de investigación y beta tester solo para departamentos médicos.


Obstáculos


Por ahora, estos dispositivos no son de uso masivo. Esto se debe al precio de cada wearable que sobrepasa los 100 dólares y a esto agregamos la difícil oportunidad de adquirir el producto. La mayoría de estos solo lo venden en EEUU o en Europa.
Finalmente para que el usuario promedio tenga interés en este producto es necesario explicar los beneficios palpables y directos que se obtendría al usarlo, así como la necesidad de conocer el comportamiento y los datos que cada persona.

Si las empresas que fabrican estos dispositivos logran tener el impulso para masificar sus productos, dentro de poco más personas portarán un fitbit, un basis o un jawbone up para mejorar y aumentar su calidad de vida. La oportunidad está en el aire, solo es necesario aplicar una estrategia a largo plazo para que el mercado de los wearable tome la fuerza y solidez que se espera.

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