El término Li-Fi se refiere a un sistema de comunicación inalámbrico que utiliza la luz como un medio de transporte, en lugar de las frecuencias de radio tradicionales, como el caso de la tecnología Wi-Fi. Sin embargo, Li-Fi tiene la ventaja de ser capaz de ser utilizado en áreas sensibles como las electromagnéticas, en plantas de energía nuclear o de aeronaves, sin causar interferencia. Además, las ondas de luz utilizadas no pueden penetrar las paredes lo que hace a Li-Fi más seguro con respecto a Wi-Fi.
La idea del LiFi o «light fidelity» fue propuesta en 2011 cuando se mostró que una ampolleta LED equipada con tecnología para procesar señales podría transmitir video en alta resolución a un computador. Li-Fi promete ser más barato y utilizar menos energía que los sistemas actuales, ya que la infraestructura de energía eléctrica está instalada de forma ubicua.
Un importante avance tecnológico es el que lograron Investigadores del Instituto de Física Técnica de Shanghai al este de China, luego de que transmitieran información de internet a través de la luz, en vez del Wifi tradicional.
La información, difundida por la agencia Xinhua, señala que los científicos utilizaron un diodo emisor de luz led de un vatio, con el que el grupo de cuatro profesionales consiguió que cuatro ordenadores se conectaran a internet. Integrada con microprocesadores, esta pequeña bombilla pudo lograr el traspaso de datos de hasta 150 Mb por segundo.
Esta tecnología ya ha venido siendo estudiada por diversos investigadores de algunas universidades en el Reino Unido, quienes ya han batido el récord de velocidad de transmisión de datos con LiFi: 10 Gbit/s.
La velocidad ha superado al experimento realizado por los científicos chinos, pero se queda corta comparada con la WiFi más rápida del mundo (100 Gbps), sin embargo abre la posibilidad al desarrollo de esta tecnología, que en principio es más segura y eficiente que la transmisión por WiFi.
Lo bueno de la tecnología LiFi es que es imperceptible al ojo humano, no tiene consecuencias sobre la salud y, comparada con la WiFi, es energéticamente más eficiente. También es más segura de cara a la privacidad, ya que no atraviesa paredes. Una red LiFi quedaría limitada exclusivamente al ámbito de nuestro hogar.