Durante varios meses los organizadores del mundial Brasil 2014 anunciaron que el play de honor en la inauguración del evento más grande del fútbol marcaría un hito en la historia de su país y lo pondría en vitrina, ante los ojos del mundo, como una potencia en cuanto a tecnología se trata.
Que un joven parapléjico se levante de su silla, camine 25 metros hacia la cancha de fútbol y dé una patada al balón fue la ambiciosa promesa que hizo el equipo de Miguel Nicolelis, neurocientífico brasilero de la Universidad de Duke, quien ha trabajado durante dos años en ese proyecto, en el cual se ha realizado una inversión multimillonaria.
Sin embargo, el tan anunciado «hito científico» en la historia de Brasil duró un par de segundos en la transmisión del evento -lo que le costó el trabajo al director de cámaras- y con esto trajo abajo todas las expectativas generadas en los meses previos a la inauguración del mundial.
Hoy se vio a un joven enfundado en el exoesqueleto y el balón ya en movimiento, para sorpresa de los televidentes, que esperaban mucho más del momento estelar. No se le vio andar, ni levantarse e hizo solo un pequeño movimiento del pie junto al balón en lo que supone una decepción frente a lo que el equipo de Nicolelis prometía inicialmente.
El neurocientífico quería que su exoesqueleto funcionase con implantes cerebrales, los cuales no pudo utilizar al final y fueron reemplazados por la tecnología, mucho menos precisa, del electroencefalograma.Es así como varios expertos en la materia explicaron que el dispositivo no tiene mucho de novedoso ya que otros equipos han conseguido hacer caminar a parapléjicos con exoesqueletos similares.
Muchos han calificado ya esta presentación como un fracaso frente a los ojos de todo el mundo. Sin embargo, Nicolelis no piensa lo mismo; aunque solo se limitó a publica un tímido «we did it» en su cuenta de twitter, nos deja claro que por lo menos algo de optimismo brotan de sus palabras.
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