Desde comencé esta aventura siempre he tenido amigos mexicanos que me han escrito para contarme sus ideas, darme alguna mano y facilitarme la búsqueda de proyectos. Los mexicanos son mis cuates!
Al iniciar mi blog (Diariowm) no tenía ningún contacto sobre processing ni arte digital o realidad aumentada. Pasé horas buscando en Google, personas de hablahispana que pudieran ser mis mentores o guías en estas nuevas experiencias. Me topé con Eduardo Jimenez (hacked_tapes) y me comenzó a instruir sobre processing y la manera de cómo puedo ir progresando. El está muy enganchado en el tema musical y me presentó su trabajo. Todo ese aura de tecnología me impulso a no rendirme, aún cuando mis primeros ejemplos nunca pudieron salir como esperaba.
Luego de conocer más amigos mexicanos como Hafid, Rodrigo Medina, Cui Acuña y Josue Ibáñez entendí la importancia del mundo colaborativo y sobretodo en el código artístico. Este último me explico sobre un laboratorio llamado Hotpixel y Cocolab. Me quedé impresionado sobre el avance tecnológico y artístico que existe en su país.
CocoLab
Desde ese entonces es una meta crear un espacio así. Cocolab ha sido un sitio referente para leer, aprender e imitir en varios sentidos. Los campos en los que se desplaza dicha empresa abarca desde la conceptualización de una idea, la creación de la pieza interactiva, la integración o la ejecución y finalmente el mantenimiento de las piezas. El impulso que tiene CocoLab para generar cambios en la cultura digital, armar exposiciones y talleres, producir piezas interactivas y traer capos (personas con gran destreza y capacidad) para codear es digno de imitar.
Se podría decir que gran influencia para entrar a este mundo interactivo fue por la motivación de los contactos mexicanos, se los debo chavos!
Espero ir algún día a ese país y pasear por las instalaciones de CocoLab.
Tienen que ver este video. Aquí se explica las fuerzas que hacen posible Cocolab: la pasión y el aprendizaje continuo.